Cuándo un día de lluvia hace que los demás sean soleados.

jueves, 30 de enero de 2014

Veinticuatro.

Anteriormente.
De pronto giré la mirada y vi a mi sobrina Paula plantada en el borde del jardín mirándonos. Con los manguitos puestos y el bañador.
-Paula: Hola tio Pa. -dijo con su voz dulce-
Yo, aun asustado por esa aparición, me acerqué al borde de la piscina.
-Pablo: Dime pequeñaja -dije con una bonita sonrisa- ¿No deberías estar dentro?
-Paula: Me ha dicho mamá que puedo bañarme un rato contigo si tu me dejas -sonrió-
Miré a Lucía y ella afirmó con la cabeza.
Cogí a mi sobrina y le adentré en el agua.
-Paula: Hola, soy Paula, pero me puedes llamar Pau o Paulita, pero no pequeñaja, que eso me lo llama mi tito Pa -le decía a Lucía dulcemente-
-Lucía: Hola Paulita, yo soy Lucía, pero me puedes llamar Lú. -sonrió-
-Paula: ¿Puedo llamarte Lulú? `
-Lucía: Vaya...pero si has salido clavada a tu tío -reía mientras me miraba sonriente-
La niña comenzaba ha nadar con sus manguitos y comencé a jugar con ella.
-Paula: ¿Sois amigos o novios de esos de besitos en la boca? -dijo de la nada-
El silencio invadió el jardín.
-Paula: Lulú, por que no contestas, jo. -decía haciendo pucheros-
-Lucía: Estoy esperando a que conteste tu tío...

Narra Lucía

Notaba el nerviosismo de Pablo y no iba a tardar en escuchar sus pulsaciones.
Le miraba algo sería, esperando una respuesta coherente para salir de la duda. Quiero saber si somos algo o tan solo amigos, pero quiero quitarme este caos que llevo en la cabeza de tanto lío.
-Paula: Eh, tio Pa ¿estás bien? -le decía la niña algo preocupada-
-Pablo: Si sí, estoy bien, pero será mejor que salgas y que entres ya para casa -decía aun con los nervios recorriendo por su cuerpo-
-Paula: ¡Pero contesta! -insistió la pequeña-
-Pablo: ¡Tira pa' dentro pequeñaja! -decía mientras le sacaba de la piscina y le ponía una toalla-
-Paula: Pero tio Pa...-decía entristecida-
-Pablo: Ya es tarde, va va va. -le decía mientras le daba pequeñas palmadas en el trasero para que entrara en casa-
Y empezamos de nuevo con las dudas. El señorito Alborán no a respondido la pregunta de su sobrina y ahora yo sigo con la misma ruina en mi cabeza.
Salí de la piscina y me senté en el borde de ella mientras mojaba mis pies y jugaba con ellos.
Pablo me colocó una toalla mientras me abrazaba de rodillas por detrás.
-Pablo: Aaaaaaaaaaaaay Lulú. -decía dulcemente-
-Lucía: Ya estamos con el Lulú -decía con una pequeña sonrisa mientras miraba mis pies que estaban debajo del agua-
Nos quedamos en un largo silencio y solo podía escuchar a los grillos disfrutando de esta preciosa noche debajo de la luna llena.
-Lucía: Oye tu sobrina antes...la pregunta...-me interrumpió-
-Pablo: ¡Sabía que ibas a sacar el tema! -alzó la voz-
-Lucía: ¿Y que pasa que lo saque? -pregunté algo confusa- ¿Es que no quieres responder a la pregunta o qué? Me merezco una respuesta.
-Pablo: No sé...-dijo muy serio-
Me levanté del borde de la piscina y dejé la toalla encima de la hamaca.
Salté los arbustos que llevaban hasta mi jardín y cogí mis llaves.
-Pablo: Lucía, espera...-decía siguiéndome-
Me cogió del brazo y me atrajo hasta él.
-Lucía: Suéltame...
-Pablo: Lucía, en serio, espera...
-Lucía: ¡Estoy harta de que cuándo quiera saber respuestas lo único que me causes son más dudas! -decía alzando la voz-
La vecina de al lado nos mandó callar y le saqué el dedo.
-Lucía: Parece que lo único que interese son las noches de sexo y te equivocas de persona si eso es lo que quieres -dije seria-
-Pablo: Lucía creo que estas cogiendo una imagen de mí que no es...
-Lucía: Si tanto dices que me equivoco, entonces dame una respuesta...¡¡DIME!! -grité-
Se quedó completamente callado, tan solo me miraba a los ojos muy serio y con la mirada muy nerviosa.
-Lucía: Buenas noches Pablo...-me di media vuelta para entrar en mi casa-
-Pablo: Tengo miedo a acabar de nuevo mal por las manos negras del amor...
Me quedé quieta de espaldas a él, atenta a lo que que quería decir.
-Pablo: Eres especial, lo supe desde los primeros días que te fui conociendo...tu forma de ser con la gente, ese carácter, esa sonrisa, esa forma de tocar las puntas de tu pelo marrón caoba mientras me hablas...no sé, todo. Sinceramente pierdo los sentidos contigo, sabes. Tan solo quería estar seguro del paso que iba a dar, pero cuando te tengo cerca, se me olvidan esas consecuencias y llegan esas ganas inmensas de saber que eres mía. ¿Quieres que te responda a la pregunta de mi sobrina?...pues verás, no quiero ser tu novio...
El mundo se me cayó encima al escuchar las últimas palabras y abrí la puerta de mi casa.
Él me cogió despacio mi mano y me giré para mirarle.
-Pablo: Verás, la palabra novio queda muy tonta. Déjame ser esa persona que te haga sonreír día sí y día también, déjame ser esa persona que te robe besos todas las mañanas y te cante canciones al oído mientras me susurras algún que otro ''te quiero'' ¿Es bonito el plan, no? -sonrió-
Mis ojos comenzaron a humedecerse al escuchar esas palabras que salían de su propia boca.
Me estaba proponiendo ser su ''novia'' aun que sí que es verdad que esa palabra es muy tonta.
-Pablo: Y dime ¿Te propones a compartir el resto de tus días conmigo? -dijo con una sonrisa vergonzosa-
Tan solo le miré y una sonrisa vergonzosa salió de mí.
-Lucía: Ven aquí tonto...
Le cogí de la parte trasera del cuello y le robé un bonito beso.
Él me cogió en brazos y seguía besándome mientras me robaba pequeños besos.
Me tiró al césped y se colocó encima de mí y seguía besándome mientras reía.
-Paula: ¿Entonces novios de esos que se dan besitos asquerosos no? -decía la pequeña asomada en la ventana de la habitación de su madre-
-Pablo: ¡¡Tira a dormir o se lo digo a mamá!! -dijo riéndose-
La niña se metió rápidamente para adentro con mucho miedo.
Pablo me volvió a mirar y soltó una pequeña carcajada mientras me seguía besando.
-Sam: Ola k ase -dijo mi tía desde la ventana-
-Lucía: ¡¡SAM!! -grité-
-Sam: Ola k ase zois novioh o k ase?
-Lucía: Adiós Sam adiós...
Pablo se reía y seguía robándome más y más besos.
-Pablo: Ves la luna ¿no? Dicen que su sonrisa es la más bonita que puede existir...
-Lucía: Que quieres decir con eso...
-Pablo: No creo en ese dicho, creo que la luna tiene muchos motivos para envidiar tu sonrisa. -sonrió-


___________
Al día siguiente

-Sam: ¡¡TU MADRE AL TELÉFONO!! -gritaba desde la planta de abajo-
Alargué la mano y cogí el teléfono que había en mi mesa de noche.
-Lucía: Dime...-decía con los ojos medio cerrados-
-Irene: Mi boda es dentro de dos semanas y ya te he comprado un precioso vestido azul...¡¡Ay, QUE GANAS DE VERTE CON ÉL!!
-Lucía: Mamá ¿Qué no entiendes de que no voy a ir? -dije medio dormida-
-Irene: Venga...que no he contratado fotógrafo por que quería que tu hicieras las fotos...
-Lucía: ¿Para eso me quieres, no? ¿Para hacer tus dichosas fotos?
-Irene: Mira Lucía...soy tu madre y va a ser un día muy especial para mí. Sí, he sido un poco cabrona, por decirlo así, pero nada me haría más feliz que mis niños vinieran a mi boda, Borja y tú. Hazlo por mí, por favor. -decía con la voz entristecida-
Me lo pensé varios segundos.
-Lucía: Esta bien...
-Irene: ¡¡GENIAL!! Y trate a algún chabalín de acompañante, eh. -colgó el teléfono-
Esta se cree que somos estadounidenses y colgamos sin decir adiós o que.

-Sam: ¡¡AIDA Y LAURA ESTÁN ESPERANDOTE FUERA YA!! -gritaba desde la planta de abajo-
Bajé rápidamente y mi tía se me quedó mirando de arriba a bajo.
-Sam: ¿Hubo triski wiski con el Alborán?
-Lucía: Sam...¿Cuándo callarás?
-Sam: No perderé la esperanza...si tu puedes estar con Alborán yo podré estar con Dalma...todo es posible...¡todo es posible si piensas en positivo!
-Lucía: Adiós Sam hablamos luego..
-Sam: ¡¡TODO ES POSIBLE!! ¡¡SERGIO ESPÉRAME!!
Cada día se le va más la cabeza a esta mujer....

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