Cuándo un día de lluvia hace que los demás sean soleados.

jueves, 2 de enero de 2014

Doce.

Anteriormente.
-Aida: ¿Y a ti Lucía?¿te gusta alguien? -subió una ceja-
-Lucía: ¿A mí? no, nadie. -dije seria-
-Laura: Sabes que nos lo puedes contar todo. ¿Tu tenias novio no?
-Lucía: Tenía, tú lo has dicho.
-Aida: A ella le gusta Pablo, ja. -decía mientras pasaba páginas de una revista-

Narra Lucía.

Comencé a ponerme nerviosa y sin saber que responder dije lo primero que se me pasó por la cabeza.
-Lucía: ¿Queréis nachos con queso? -dije contenta-
-Laura: ¡SÍ! -dijo levantándose del suelo rápidamente-
-Lucía: Corre baja a mi despensa y ahí están. -dije riéndome-
-Laura: Pues yo bajo igual. -dijo riendo-
Ella bajó a por los nachos y Aida se quedó mirándome algo extrañada.
-Aida: Se le quieres.-dijo seria-
Yo me quedé muda y miraba hacía otro lado.
-Aida: Y él te quiere a ti.
-Lucía: Eso ya no es cierto.
-Aida: ¿Entonces lo otro si era cierto? -dijo riéndose-
-Lucía: Bueno, esta bien, sí, me gusta, en realidad no lo sé, es algo difícil de explicar la verdad, ojalá pudiera saber yo lo que me pasa con él. Ayer empecé a sentir cosas por él, bueno ya las sentía, en realidad estoy confusa no se ni lo que estoy diciendo. -dije moviéndome de un lado para otro-
-Aida: Lo sabía, sabía que te gustaba.
Apareció Laura por la puerta con los nachos con queso fundido en un bol y los puso en medio.
-Laura: ¿De que hablabais que me quiero enterar? -preguntó muy sonriente-
-Lucía: Que nada, que sí, que Sergio es muy mono. -sonreí-
-Laura: Bueno, pero es para mí, eh. -rió-
-Lucía: Todo tuyo. -sonreí-
Un silencio incomodo invadía mis cuatro paredes y decidí romper el hielo.
-Lucía: Oye chicas solo quería deciros que...no sé, gracias por acogerme con los brazos abiertos desde que llegue a Benalmádena y que no se que sería de mi si no hubieseis aparecido, sería una aburrida que se queda en casa todo el día haciendo fotos al paisaje y dibujando. -reí- en serio, muchas gracias, confío en que seremos muy buenas amigas y bueno...un brindis con nachos por nosotras. -reí-
-Aida: Venga va, ese brindis. -rió-
-Lucía: Y que...bueno, que ojalá esta amistad dure. No me quiero ver por Benalmádena sola -reí-
-Laura: Tranquila -rió junto a mi- Por cierto, dos semanas que llevas aquí y aun no nos has dicho el por que vives con tu tía.
-Lucía: ..resumiendo...mi madre esta de noviazgo con un gilipollas y yo no podía vivir más allí así que mi tía me ofreció su casa y aquí estoy je.
-Aida: ¿Y tu padre? -preguntó extrañada-
-Lucía: -tosí- cambiemos de tema va. -dije rápidamente-
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Narra Laura.

-Laura: Lucía se a quedado torrada. -dije riendo-
-Aida: Mejor.
-Laura: ¿Te cae mal? -dije en voz muy baja-
-Aida: No.
-Laura: Uy, te noto enfadada. -subí una ceja- te jode que a Pablo le quiera a ella.
-Aida: Eso no lo sabemos seguro. -dijo enfadada-
-Laura: ¿Pero has visto cómo se miran? -reí-
-Aida: Que te calles. -alzó la voz-
-Laura: ¿Por qué le haces esto a Lucía? ella es una tía de puta madre y tu te quieres tirar al que le gusta.
-Aida: Me lo quería tirar antes de que a ella le gustase, guapa. -dijo con un tono muy serio-
-Laura: Sí, pero ella te a dado su confianza y tu la estas pisoteando por los suelos. -comencé a ponerme seria-
Ella empezó a resoplar y a cabrearse por momentos.
-Laura: Buenas noches, anda. -le dije algo cabreada por sus reacciones-
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Por la mañana
Narra Pablo

Me desperté a las diez por unos gritos que venían de la casa de Lucía. Rápidamente me levanté de la cama y me asomé por la ventana que daba justo en frente a la suya.
Vi a Aida subida encima de la cama gritando como si no hubiera un mañana y a Lucía con una zapatilla en la mano lanzandola a la pared. Nunca pensé que me levantaría con esta imagen.
-Aida: MATA A ESA MALDITA ARAÑA JODER. -gritaba muy histérica-
No pude contenerme la risa y solté una pequeña carcajada que hizo que ellas dos miraran hacía mi ventana.
-Aida: Buenos días Pablo. -dijo acercándose corriendo hacía la ventana-
-Lucía: OH, SÍ, PARA ESO SI TE BAJAS DE LA CAMA ¿VERDAD? -dijo algo enfadada-
-Aida: Luego me gustaría hablar contigo, a solas. -me dijo guiñandome un ojo-
Yo algo inquieto por esas últimas palabras, tragué saliva y me metí de nuevo dentro.

Unas horas más tarde bajé a mi jardín para darme un baño en mi piscina y poder quitarme este calor que llevaba horas encima de mi fastidiando la larga mañana.
Al salir pude contemplar a las tres chicas cada una haciendo algo en el jardín.
Lucía tumbada en la hamaca con una revista de música, Laura jugando con Shadow, el perro de Sam y Aida echándose cremas y más cremas al cuerpo.
Saludé y de nuevo Aida se acercó rápidamente para hablar conmigo. A veces me siento acosado, tenía que decirlo.
-Aida: Lo que te quería decir antes es si te apetece cenar conmigo mañana por la noche en el restaurante famoso de aquí. El de mis tíos. -decía mientras se acariciaba ella misma su pelo-
-Pablo: Mañana es el concierto de Pablo López ¿no pensabas ir? -pregunté extrañado-
-Aida: ¿YO? esa música no me va. Aun que la tuya, sí, ya sabes. -me sonreía muy pícara-
-Pablo: Vale, pues...cómo quieras. Paso a recogerte mañana a las nueve y media, ya me dices por Whastapp tu dirección y demás y bueno ya sabes...-decía nervioso por que sabía que Lucía nos estaba mirando- que eso...bueno ya lo hablamos luego por mensajes.
Fui rápidamente a la piscina y me adentré en ella dejando a Aida con la palabra en la boca.
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Al día siguiente por la noche
Narra Lucía.

Tras llevar todo el día en Málaga y tres horas de cola y después de este concierto que me a dejado con los pelos de punta nos dirigimos ya hacía Benalmádena donde mi cama me esperaba.
-Lucía: Y ASÍ FUE, LA MEJOR NOCHE DE MI VIDAAAAAA -le decía cantando una de las canciones de Lopez a Laura-
-Laura: DÓNDE ME ESCONDO DE TI, ESTA VEEEEEEZ. -decía cantando otro tema del cantante-
-Lucía: A sido increíble, eh. -decía entusiasmada mientras mi hermano conducía mirándome cómo si fuera una loca-
-Borja: Tú y los Pablos, eh. -rió-
Le miré con cara de asesina y le pegué en la cabeza.
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Narra Aida
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Me encuentro cara a cara con Pablo, sentados en la mesa del restaurante y los dos con una sonrisa.
No sabía que hacer, si decirle que venga a mi casa o hacerme la tonta e ir a su casa. Yo necesito tener sexo con este hombre. Lo que me propongo lo consigo, así que tengo que llevarlo a la cama esta noche sí o sí.
-Aida: ¿Qué piensas hacer después de la cena? -dije sonriente-
-Pablo: Pues la verdad no sé, supongo que componer o leer algún libro. -dijo nervioso-
-Aida: ¿Te apetece venir a mi casa?
Mierda, no se por que he dicho ahora eso, se pensará que me quiero acostar con él. Que es la verdad.
-Pablo: ¿Cómo? ¿A tu casa dices? -preguntó muy nervioso-
-Aida: No no, nada, déjalo. -sonreí e intenté disimular-
Decidí pasar al plan B, emborracharle.

Tras una hora después de hablar y beber, notaba cómo Pablo ya estaba demasiado contento para no ser consciente de lo que iba a pasar esta noche. Tan mal iba, que se reía por cualquier cosa que le decía.
Me levanté y fuimos los dos hacia su coche. Decidí conducir yo ya que el iba mucho peor que yo, tanto que seguía riéndose por el chiste que le había contado anteriormente.

Al llegar a su casa, cogí sus llaves y abrí las puertas y sigilosamente lo llevé hasta su habitación. Le tiré sobre la cama y comencé a darle besos por el cuello.
-Pablo: ¿Qué haces? -dijo riéndose-
-Aida: ¿No me quieres probar? -le dije con un tono sensual mientras me quitaba el vestido-
-Pablo: ¿Qué? -continuaba riendo-
Había descubierto que el alcohol por muy poco que beba le afectaba demasiado.
Comencé a desabrochar su camisa rápidamente hasta que su pecho quedaba desnudo y comencé a besarlo.
Me levanté y cerré la puerta con pestillo para que nada ni nadie interrumpa este momento.
Le quité los pantalones mientras el seguía riendo.
-Pablo: Yo no entiendo nada. -reía-
Besaba sus labios y me coloqué encima de él y aun que él seguía en calzoncillos podía notar su gran bulto en mis partes inferiores.
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Narra Lucía
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Llegamos a casa y subí a mi habitación lo más contenta que pude por ese concierto que hacía que mi sonrisa permaneciera por demasiado tiempo.
Cogí mi cámara y revisé todas las fotos que había hecho en el concierto.
Alcé la cabeza y vi la luz encendida de la habitación de Pablo. Supuse que estaría escribiendo alguna canción cómo hace siempre.
Me asomé para ver su preciosa sonrisa y...JODER.

4 comentarios:

  1. Qué bueno! Me encanta esta novela es maravillosa.

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  2. Guau no nos puedes dejar asi . Esta increíble me la he leído del tirón. ahora la manía q le estoy pillando a Aída es chica

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  3. Ainss x dios! No tardes en subir el siguiente capitulooo x favor! M encanta tu novela

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  4. Super buenaaa, jajajjaaj yo me imagino la novelas en la vida real, y puta aida q si fuera del caso real la mato jajajajaja

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