Cuándo un día de lluvia hace que los demás sean soleados.

miércoles, 1 de enero de 2014

Once.

Anteriormente.

Entre dentro de mi jardín mientras me mordía yo misma el labio.
Me adentré en casa y mi tía estaba durmiendo en el sofá con el programa de cotilleo puesto.
-Lucía: SAM, TE QUIERO.
-Samanta: ¿EH? ¿EH? -dijo despertándose- CA'PASAO', CO'CURRE AQUÍ. -dijo asustada-
-Lucía: Nada, que te quiero.
-Samanta: Ah, coño, eres tú. -dijo aliviada- ¿Cómo que me quieres?¿Dónde a quedado él...TE VOY A MATAR? -rió-
-Lucía: No sé, pero te quiero. -dije sonriente-
Subí a mi habitación y me tumbé sobre la cama soltando un largo suspiro.
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Narra Pablo.

Entre dentro de mi casa pude ver en el reloj que era la una de la mañana.
Sin hacer apenas ruido subí las escaleras que llevaban hasta las habitaciones.
Me adentré en mi habitación, me quité los zapatos y me quedé sentado en el borde de la cama contemplando una de mis ventanas que daba justo a la ventana de Lucía.
Sin quererlo, una pequeña sonrisa fue desfilando en mi rostro.
Cogí mi teléfono y tumbado en la cama comencé a jugar a cualquier juego tonto que tenía para matar el tiempo.
Tras minutos jugando, el sueño no tenía ganas de invadir mi cuerpo así que decidí bajar al despacho de mi padre y coger algún libro de Mario Benedetti.

Las tres de la mañana y yo seguía en las mismas. Hoy Morfeo, según los griegos, el hijo del dios de los sueños, no quería llevarme junto a él y poder caer en un profundo sueño de una vez por todas.
Me asomé a la ventana y contemplé como Lucía también seguía despierta. Sentada con los pies cruzados encima de su cama, dibujaba algo en su bloc.
Una extraña duda me vino a la cabeza. Ya no sabía si era Morfeo que me quería joder la noche, si a sido la bebida energética de esta tarde, o si es la vecina que me esta quitando el sueño de tanto pensar en ella, pero mis ojos no tenían tendencia a cerrarse.
No, si será eso de lo que suelo hablar en mis canciones, sí, de amor hablo.
¿Quizás sea la última opción que he comentado antes?¿Será eso?¿La vecina me esta quitando el sueño?
Tantas preguntas en mi cabeza pero ninguna respuesta coherente y que arregle este desorden en mi cabeza en estos instantes. Algo sabía, sabía que esa chica era diferente y me hacía sentir...bien, cosa que no me ocurre con todas.
Tanto me olvide de cómo era que alguien te atraiga que ahora todo era tan extraño.
Morfeo no me quería joder los planes, era Lucía.
Volví a mirar a su ventana y de nuevo le contemplé. Esa sonrisa tonta volvió a salir de mí y esa mordida de labios lo dijo todo.
 Estaba seguro de que ella, esta noche, había robado un pedazo de mi corazón.
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Al día siguiente
Narra Lucía
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Tras una larga mañana en la pastelería de mi tía me quité el delantal y fui corriendo al puerto donde me esperaba Aida y Laura para ir a comer las tres juntas.
Al llegar al puerto vi a Pablo y Sergio junto a ellas. Se me paró el corazón al verle a él, a Pablo.
Me acerqué lentamente, arreglándome el pelo y planchando con mis manos mi camisa de cuadros.
-Lucía: Hola chicos. -dije muy vergonzosa-
Se giraron todos al escuchar mi voz y Aida se lanzó para darme un abrazo.
Yo, con una sonrisa algo falsa me separé de ella y saludé a los demás.
-Lucía: ¿Vosotros también venís? -dije extrañada-
Sergio afirmó con la cabeza y nos pusimos de camino a cualquier sitio que viéramos para comer algo rápido.
Ellos estaban delante hablando mientras andaban mientras yo detrás de ellos me sentaba algo ignorada.
Pablo se paró y cogió el mismo ritmo que yo al andar.
-Pablo: ¿Qué hacías hasta las 4 despierta?. -sonrió-
-Lucía: Lo mismo digo. -le devolví la sonrisa-
-Pablo: Es lo que tiene la...-Aida le interrumpió poniéndose a su lado y cogiéndole del brazo-
-Aida: ¿De que habláis? -dijo mirándome algo mal-
-Pablo: Nada, cosas de la noche. -rió-
-Aida: ¿QUÉ NOCHE? -noté sus celos en su tono de voz-
-Pablo: Ayer llevé a cenar a Lucía. -dijo muy tranquilo-
-Aida: Ah, perfecto. -sonrió falsamente- Mira aquí vamos a comer -dijo señalando un lugar-

En todo el rato que estábamos comiendo, Pablo y yo hablábamos con miradas. Juraría que es la mirada más intensa que he visto en mi vida.
Esta noche en lo único que he pensado a sido en él, en cómo me miraba mientras cenábamos o cómo me hablaba. Me olvidé de los problemas con Ángel tan solo mirándole a los ojos.
Aida se quedó mirándonos. Note cómo su los celos le quemaban por dentro y dejé de mirarle más a Pablo en toda la comida.
-Aida: Lucía ¿te unes a nuestra noche de chicas? -dijo sonriente-
-Lucía: Suena...algo...de niñas medio adolescentes. -dije riéndome por dentro y aguantando esa risa tonta-
-Aida: No es de niñas, simplemente es para contarnos cosas y conocernos más -añadió algo enfadada-
-Lucía: Vale, vale, esta bien, me uno, mientras no me echéis potingues de esos en la cara. -reí-
Pablo y Sergio reían mientras la rabia de Aida aumentaba.
-Aida: Por cierto Lucía, te he hecho un regalo. -dijo sacando algo de su bolso-
-Lucía: ¿Por qué? No es mi cumpleaños ni nada. -dije extrañada-
-Aida: Es cómo una bienvenida a Málaga. -sonrió-
Cogí el sobre que tenía en sus manos y lo abrí.
-Lucía: ¡Una entrada para ver a Pablo Lopez! -dije entusiasmada- ¿Cómo has sabido que me gustaba?
-Aida: Le pregunté a tu hermano. -dijo sonriente-
-Lucía: Muchas gracias -dije mientras me levantaba de la silla para abrazarle-
-Laura: Yo iré contigo. -añadió-
Yo muy emocionada sonreía a todo el mundo cómo si me hubiera tocado la lotería o algo parecido.
-Pablo: Mi tocayo Pablo tiene una música fantástica, haces bien en escucharla. -me dijo sonriente-
-Lucía: Hombre, la tuya también me...-Aida me interrumpió-
-Aida: El concierto es pasado mañana. -sonrió- Bueno ¿nos vamos?

Salimos a la calle y Sergio se despidió de nosotros.
-Aida: ¿Hacemos la noche de chicas en tu casa no? -me dijo muy sonriente-
-Lucía: ¿En mi casa? No sé si a mi tía le gustará la ide...-cómo siempre, me interrumpió-
-Aida: Tranquila, conozco a tu tía de bastante tiempo, la idea le encantará. -sonrió- A las diez y media estamos en tu casa.
-Lucía: Esta bien...-dije no muy segura de lo de esta noche-
-Aida: Vamos, te llevo a casa.
-Pablo: Ya le llevo yo, total, somos vecinos. -añadió sonriente-
-Aida: Ah, pues...cómo quieras. -dijo con un tono algo molesto-

Me adentré en el coche de Pablo y suspiré.
-Pablo: ¿Que ocurre?
-Lucía: Le gustas a Aida, sabes. -reí-
-Pablo: No digas tonterías. -rió- es imposible.
-Lucía: Las chicas notamos esas cosas, no es nada imposible. -le guiñé un ojo-
-Pablo: Tiene pinta de que le gustan otro tipo de chicos. -decía mientras arrancaba el coche-
-Lucía: Bueno...lo que usted diga. -reí-

En todo el camino mis ojos solo se fijaban en cómo se mordía el labio inferior mientras conducía.
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Por la noche
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-Aida: Me pones nerviosa Laura, siempre estas comiéndote las uñas y no puedo pintarlas.
-Lucía: Me aburro. -decía tirada en mi cama-
-Laura: Hablemos de chicos. -dice entusiasmada-
-Aida: Eso. -subió una ceja-
-Laura: ¿Os habéis fijado en los ojazos que tiene Sergio? esa veta verde...me enamora. -dijo soltando un suspiro-
-Aida: Es mono, pero no es para tanto -añadió-
-Laura: A mí me encanta. -dijo con una risa tonta-
-Aida: ¿Y a ti Lucía?¿te gusta alguien? -subió una ceja-
-Lucía: ¿A mí? no, nadie. -dije seria-
-Laura: Sabes que nos lo puedes contar todo. ¿Tu tenias novio no?
-Lucía: Tenía, tú lo has dicho.
-Aida: A ella le gusta Pablo, ja. -decía mientras pasaba páginas de una revista-

4 comentarios:

  1. Me encanta tu novela, desando que subas el sigueinte capi!! :)) Feliz año guapa! ^^

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  2. Me encanta tu novela, es distinta a todas las que he leído. Es especial. Feliz año (@elenaperiago) ya espero los próximos capítulos besotes

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  3. Hola wapa! Tu novela es estupenda. Stoy deseando q subas el siguiente capi. Un besote y feliz año nuevo!
    P.D no tardes en subir el proximo capitulo por favor jajaja

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