Cuándo un día de lluvia hace que los demás sean soleados.

domingo, 2 de febrero de 2014

Veinticinco.

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Sam: ¡¡AIDA Y LAURA ESTÁN ESPERANDOTE FUERA YA!! -gritaba desde la planta de abajo-
Bajé rápidamente y mi tía se me quedó mirando de arriba a bajo.
-Sam: ¿Hubo triski wiski con el Alborán?
-Lucía: Sam...¿Cuándo callarás?
-Sam: No perderé la esperanza...si tu puedes estar con Alborán yo podré estar con Dalma...todo es posible...¡todo es posible si piensas en positivo!
-Lucía: Adiós Sam hablamos luego..
-Sam: ¡¡TODO ES POSIBLE!! ¡¡SERGIO ESPÉRAME!!
Cada día se le va más la cabeza a esta mujer....

Narra Lucía
Salí a la calle y me adentré en el coche de Aida, donde ellas dos ya me estaban esperando.
-Aida: Buenos días pedazo de morenaza sexy. –reió-
-Lucía: Buenos días pedazo de rubia de bote. –reí-
Me miró con cara de asesina.
-Lucía: Que es bromaaaaaa tonta. –dije acariciandole la cabeza-
-Laura: Sabes que no es broma.
-Lucía: Ya…-reí-
-Aida: Venga, dejemos mi pelo y vayamos ya haber donde narices comemos. –dijo mientras arrancaba el coche-
-Laura: ¿No has pensado en nada aun?
-Aida: ¿Tú crees que me da tiempo para pensar con lo atareada que estoy últimamente?
-Laura: ¡Pero si solo hiciste una sesión de fotos ayer!
-Aida: ¿Estoy cansada vale? –gritó-
-Laura: De cambiarte de ropa y de posar será…
-Lucía: BUENO BUENO BUENO POR QUÉ NO VAMOS AL RESTAURANTE ESE DE TU TÍO AIDA.
-Aida: Venga vale, y así nos hace una rebaja –sonrió de oreja a oreja-
-Laura: Pero si te sobra el dinero…
-Aida: ¿TIENES QUE DECIRLO TODO? –gritó-
-Laura: Bueno bueno ya me callo ya. –rió-
-Lucía: Mejor…Aida enfadada me asusta demasiado –reí-
Al llegar al restaurante nos adentramos en él y nos llevaron hasta una mesa cualquiera.
-Aida: Anda oye Lucía ¿Ya todo bien con Pablo y eso no? –dijo sonriente-
No sabía si callarme que Pablo y yo eramos pareja, pero prefiero no decir nada por el momento por cualquier cosa.
-Lucía: Todo genial, estamos bien. –sonreí-
-Laura: ¿Te lo volviste a tirar? –decía con una voz pícara-
-Lucía: Lau, por favor. –reí-
-Laura: SI O NO.
-Lucía: SI. –reí-
-Aida: CÓMO ATACA LUCÍA CÓMO ATACA. –gritó en medio del restaurante-

Narra Laura
__________

Hoy a la tarde había quedado con Sergio, el chico que me lleva loca desde hace un mes y el cual hace que solo este él en mi cabeza todo el día. Serán sus ojos color miel y esa sonrisa tímida, o ese pelo con ese gorro que siempre lleva, no sé, pero es él en si lo que hace que me ponga nerviosa cuando esta cerca.

Ya habíamos terminado de comer y estaba deseando salir de allí para cambiarme de ropa e ir hacía donde había quedado con Sergio.

Había algo en los ojos de Lucía que me decía que algo bonito había pasado, estaba demasiado contenta, estaba demasiado diferente. Cuándo le conocí  tenía esos ojos de preocupación a toda hora, cómo si nada de aquí le gustara, pero al paso del tiempo se nota la diferencia y se a amoldado a todo esto. Me huelo que a pasado algo con Pablo que no quiere contarnos, las miradas de personas enamoradas no son las mismas que cualquier persona.  Lucía guarda algo que no nos quiere decir.

Nos adentramos en el coche para ir ya cada una a sus casas. Yo, con los nervios recorriendo todo mi cuerpo, no paraba de pensar en Sergio, en cómo será este maravilloso día junto a él.
Bendito el día en el que Pablo se lo encontró y lo trajo a comer con nosotras. Bendito día, sí.

Aida me dejó en mi casa y corriendo fui a cambiarme aun que faltara una hora, pero necesitaba estar más que perfecta.

Al cabo de una hora salí de casa y fui directa al puerto, donde había quedado con él.
Veía cómo se acercaba poco a poco hacía mi mientras me saludaba con la mano.
-Laura: Ho-Hola –dije nerviosa-
-Sergio: Hola guapisima –dijo mientras me daba un beso en la mejilla-
¿Uno solo? Pensé.
Fuimos caminando por los paseos de por allí hablando de cualquier cosa que se nos pasara por la cabeza.
Al cabo de algunas horas  de haber tomado un helado, pasear, hablar y demás nos sentamos en un banco que había por aquel paseo.

-Laura: Sergio…
Necesito decirle que me gusta, ya no es por decírselo, es necesidad, mostrarle mis sentimientos .
Él me miró atento a lo que iba a soltar por mi boca en esos momentos.
No me lo pensé dos veces y le besé.
Le besé de tal forma que hizo que ese beso hablara, que no hacía falta aclarar que me gusta, y él entendió el mensaje.

__________
Narra Pablo.
Ya se estaba haciendo de noche y aun no había visto a Lucía. Tenía ganas inmensas de abrazarle y darle un beso sin miedo. Ahora sí que sí, puedo decir que es mía. Es una forma de hablar, mía no es, ya que las personas son de sí mismas y no tienen que permitir que otra se apropie de ella.
Mi sobrina jugando sentada en el césped y yo con la guitarra sentado en la hamaca, era una bonita y tranquila imagen.

Mi madre salió al jardín y nos trajo un zumo de naranja preparado por ella.
-Pablo: Gracias Mamá –sonreí-
-Paula: Gracias abu. –dijo la niña mientras seguía jugando-
Mi madre se sentó junto a mí y se creó un silencio entre los dos, tan solo se escuchaba a Paula diciendo ‘’Vamos a casita con el bebé’’ mientras movía a dos barbies.
-Helena: ¿Estás con la sobrina de Sam? ¿Lucía se llamaba no? –preguntó extrañada
No sabía si contárselo ya o seguir callándolo.
-Helena: Ya no me cuentas apenas nada Pablo –dijo algo apenada
-Pablo: Sí, estamos comenzando una relación –sonreí con miedo-
-Helena: Me alegro de verdad, y es pero que esta chica te haga feliz. –dijo sin más- Que no me apetece verte mal para nada.

Mi madre era la persona más perfecta que había conocido en toda mi vida y por eso me acerqué a ella y le di un beso en la frente.
-Helena: Invitale a cenar a casa –sonrió-
-Pablo: Mamá, aun no, es muy pronto y se va a sentir muy presionada –reí-
-Helena: Bueno bueno, somos sus vecinos, tampoco pasará nada, hacemos cómo que no lo sabemos –rió-
-Pablo: Vale, pero hoy no eh –sonreí-
-Helena: Cuándo tu quieras, me lo dices y yo lo preparo todo –dijo mientras se levantaba y se adentraba de nuevo en casa-

Me quedé mirando al suelo cómo un tonto.
-Sam: EH, PABLETE -gritaba desde su ventana-
-Pablo: Dime Samantilla -reí-
-Sam: ¿Por casualidad no tendrás el número de Sergio Dalma?
-Pablo: Sí ¿por? -reí-
-Sam: bueno es saberlo -dijo mientras desaparecía misteriosamente-
No entendí nada, pero que voy a entender de Sam, nunca lo entiendo.

Vi cómo Borja entraba por la puerta del jardín y se dirigía a la puerta de su casa.
-Borja: Buenas noches Pablo -me dijo con una sonrisa-
Tan solo sonreí.
Se dejó la puerta abierta de su casa y una idea algo tonta se me pasó por la cabeza.
Decidí entrar en casa de Lucía para darle un buen susto nocturno.
Entre sigilosamente en la casa sin hacer ruido alguno y subí las escaleras cómo si nada.
Borja estaba en la cocina preparándose un Sandwitch. Escuchaba cómo el disco de Pablo Lopez estaba puesto en voz baja y Sam cantaba.
-Sam: CADA BATAAAAAAAALLA PERDIDA, ME ENSEÑÓ UNA SALIDAAA -cantaba-
No pude resistir reirme pero nadie pudo darse cuenta.
Me asomé a la habitación de Lucía y no se encontraba nadie.
Me escondí rápidamente debajo de la cama y esperé a que Lucía apareciera por la habitación.
De pronto vi los pies descalzos de ella cómo caminaban por su cuarto.
Se quitó los pantalones, tiró la camiseta y se colocó otra.
Cerró las cortinas y la puerta y se tiró sobre la cama cómo si de una piscina se tratase. Apagó la luz y el silencio invadió la habitación.
¿A las nueve de la noche se va a dormir? pensé continuamente.
Me asomé lentamente y estaba con los ojos cerrados y solamente en braguitas y con una camiseta de tirantes en la parte superior del cuerpo.
Lentamente me levanté y me tiré sobre ella. Antes de que pudiera gritar le tapé la boca.
-Lucía: ljsdksjmkfjmf
-Pablo: Lulú no te entiendo -decía sentado en su barriga-
-Lucía: ¡¡AKJSDKLDSM!!
-Pablo: Si no vocalizas poco te entenderé -reía mientras seguía poniéndole la mano en la boca-

Cogió mi mano y la apartó de su boca.
-Lucía: ¡¡TE MATO!! -gritó-
Comencé a reírme exagerado y ella de brazos cruzados me ignoraba.
-Pablo: No te enfades va -reí-
-Lucía: ¿Te aplaudo?
-Pablo: Sí -reí-
Giró la cabeza y me ignoraba.
-Pablo: Dame un besito -le rogaba con los labios preparados-
-Lucía: NO
-Pablo: Daaaaaaaaaaame un besito jooooooo. -decía con un tono de niño pequeño-
-Lucía: NO
-Pablo: Pues me voy...-me iba levantando de la cama-
Me cogió del brazo y me atrajo hasta ella.
-Pablo: Ven aquí tonta -decía mientras iba hacía sus labios-
Le di un bonito beso de ''reconciliación''.
Me tumbé al lado suya y pasó su pierna por mi barriga.
Comencé a acariciar su pierna lentamente mientras ella seguía en silencio.
-Lucía: Me gusta tu barba, es suave. -rió- te hace más...sexy.
-Pablo: La barba es parte de mí ya. Y no hablemos de sexys que tu con esas braguitas...-reí-
-Lucía: Aun sigo preguntándome cómo has llegado hasta mi habitación -reí-
Seguía acariciando sus muslos y pasé a acariciarle el pelo. Le dí un beso en la frente y la acurruqué más hacía mí.
-Pablo: Tengo que decirte algo...-dije serio-
Me miró algo preocupada.

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